Al transformar el concepto en producto se hace necesario medir la aceptación del consumidor, sobre las características y atributos del nuevo producto.
Con un test de producto medimos:
- Aceptación en el mercado.
- Uso y consumo del producto.
- Evaluación según atributos ¿Es fácil de usar?
- Evaluación comparativa con otras marcas.
- Asociación del producto con los existentes ¿Es único en el mercado?
- Razones para su consumo ¿Genera resultados tangibles?
- Expectativas de compra y sugerencias.
- Precio que el consumidor estaría dispuesto a pagar.